Mi vida gira en torno a este noble animal. Siempre he pensado que su mirada es inteligente y entrañable. También su cariño es incondicional, y no resulta fácil comprender totalmente a un caballo. Sólo algunas personas escogidas por el destino tienen esa capacidad.
Cuando encontré lo que tanto anhelaba mi corazón, ya fue demasiado tarde. Aquella gente especial ya no existía. Los habían asesinado a sangre fría. Desde aquello me convertí en un jinete solitario.
No obstante, todos los años recorro el mismo camino hacia el oeste, con nuevas esperanzas. Viajo con mi montura y mi viejo sombrero, cabalgando cientos de kilómetros sin tregua hasta mi destino. Ni la lluvia, ni los truenos, ni el viento, me impedirán llegar al antiguo poblado de Wounded Knee.
En el poblado de Wounded Knee, en el año 1890 tuvo lugar una de las peores masacres de todos los tiempos…