El filete o bocado lleva utilizándose desde muchísimos años atrás. Su función principal es la de aplicar un refuerzo negativo. La aplicación correcta de un refuerzo negativo está basada en generar una presión hasta que aparezca una conducta.
Sin embargo, en la mayoría de los casos, sobre todo si hablamos de embocaduras, la presión nunca desaparece. Al no desaparecer la presión se genera confusión en el caballo, además de altos grados de dolor y patologías asociadas.
¿Te imaginas una fuerza de impacto de 300 kilogramos en tu boca?
Según un estudio realizado por (Alexander Nevzorov), un filete ejerce una fuerza de impacto hasta 300 kilogramos. En las investigaciones realizadas, se llegaron a estas estadísticas.
- En los niños como jinetes, fuerza de impacto de entre 50 y 100 kilogramos.
- En las mujeres como jinetes, fuerza de impacto de entre 120 y 180 kilogramos.
- En el caso de los hombres, la fuerza de impacto fue de entre 220 y 300 kilogramos.
En este último caso de los hombres, el promedio de la fuerza ejercida era de 270 kilogramos por centímetro cuadrado de superficie de la boca. En este experimento no participaron jinetes noveles.
Las patologías más habituales asociadas a la embocadura son,
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- Desplazamiento dorsal del paladar blando.
- Dolor en la musculatura sublingual.
- Úlceras en la boca.
- Heridas en la lengua.
- Afectación del nervio trigémino.
- Osteítis del hueso mandibular, es decir una inflamación del hueso.
- Patologías en la articulación temporo mandibular.
Te preguntarás ¿por que escribo esto?, pues, vamos ha explicarlo.
Hace unos días fuí a ver un caballo que trabajaba totalmente invertido. En la pista de enfrente a donde yo me encontraba, había una amazona que montaba un caballo alazán con filete. Ella debería de pensar que lo estaba haciendo muy bien, aunque la cara de dolor del caballo lo reflejaba todo. Se me encojió el corazón y pensé en el sufrimiento que debería de estar pasando este caballo. Pero el caballo con su buena voluntad y soportando el dolor, supongo que hasta el día que ya no pueda más, seguía adelante. La amazona no montaba mal, el problema eran sus manos.
Cuando me acosté me vino la imagen de ese caballo y por ese caballo alazán y por muchos otros me gustaría que pensarais en esto:
_Tenemos un ciclista y su entrenador. A la hora de entrenar, el entrenador, aplica una descarga eléctrica cada 10 pedaleadas. ¿El objetivo? Que dichas descargas hagan que el ciclista mantenga el ritmo a la hora de pedalear_
Recodemos que lo importante no es el camino que utilizas, es llegar al objetivo final.
Ahora imaginemos que la bicicleta son los pies del caballo, el ciclista es el caballo, el filete es el collar eléctrico y las riendas es el entrenador.
Por eso creo que muchos caballos que llegan a ese punto, en el cual el refuerzo negativo está tan mal aplicado, se van quedando sordos, apáticos y deprimidos. Porque en muchos casos, se suele incluso castigar las reacciones de defensas que aparecen debido a la confusión y al dolor generado por el jinete.