Solemos hablar mucho sobre los caballos, pero los caballos forman parte de un binomio, o al menos, eso es lo que todos deseamos y buscamos. Para que eso se haga realidad debemos conocer a nuestro caballo, pero también a nosotros mismos. ¿Qué quiero decir con ello? Nuestro estado de ánimo, nuestra energía, la respiración, nuestro lenguaje corporal y nuestras emociones…influyen en el caballo.
Dedicaremos este artículo a comentar cinco puntos básicos que deberíamos tener en cuenta y sobre los cuales deberíamos reflexionar.
#1 AUTOCONCIENCIA
La autoconciencia es fundamental para modificar o redirigir aquellos aspectos de nuestra personalidad que pueden ser retocados o redirigidos. Nuestras rutinas, hacen que nos comportemos de manera mecánica. Eso provoca que desconectemos nuestro interior, de nosotros. Es de suma importancia aprender a reconocer nuestro estado de ánimo, emociones, sentimientos y ser conscientes de cómo estas influyen en el caballo.
Los equinos tienen la virtud de sacar nuestro interior y enseñárnoslo, escuchémoslos y pensemos en ello antes de actuar culpando al caballo de sus reacciones.
#2 EMPATÍA
La empatía es la facultad de ponernos en el lugar del otro. Es fundamental percibir cómo se siente el caballo. Muchas veces deberíamos de parar unos minutos y pensar en cómo lo está sintiendo. Debemos tener la capacidad de comprender las emociones de nuestro compañero equino. ¿Está molesto, nervioso, frustrado, contento, confundido, cansado, motivado?
#3 AUTORREGULACIÓN
Es lo que nos permite plantearnos metas y dirigirnos hacia ellas. Nos permite adaptarnos a las situaciones sin perder de vista nuestro objetivo. La autorregulación se define como la capacidad de control y gestión tanto de los pensamientos, como de las emociones y de las acciones. Se identifican tres fases de autorregulación.
- Fase de planificación: fase en la que se produce un análisis de la situación, se concreta unos objetivos, una organización y programación.
- Fase de ejecución: es la fase en la que se pone en práctica
- Fase de autorreflexión: es la fase de evaluación y valoración de los resultados obtenidos.
Todos tenemos unas metas con nuestros caballos. El objetivo es importante, pero más importante es el camino que recorremos para llegar a nuestro objetivo.
#4 MOTIVACIÓN
La motivación es un estado interno, vivir sin motivación nos hace entrar en un mundo que nos vuelve mecánicos, como a los caballos. Es importante para no perder la motivación planificar un objetivo final en sub-objetivos, para ir consiguiendo pequeñas metas. Esto nos ayudará a continuar hacia delante buscando nuestro objetivo final. Además, nos facilitará la interacción con el caballo, una persona motivada tendrá un caballo motivado.
La motivación está en continuo movimiento, habrá días en que nuestra energía estará a tope para luchar por nuestros objetivos y otros días, en los que costará mucho ponerse en movimiento con una conducta positiva.
#5 ESPACIO, AQUÍ Y AHORA
Es la conciencia de donde estoy. Nuestros pensamientos y emociones nos alejan del momento presente. Como decía Flauvert, “El futuro nos tortura y el pasado nos encadena. He ahí por qué se nos escapa el presente”. Aquí y ahora, es cuando estamos conectados con nuestro interior en plena armonía con el entorno. Todos sabemos lo importante que es estar presente cuando trabajamos con caballos. Ellos siempre están en el aquí y ahora.
Como humanos que somos, en principio tenemos la facultad de ser conscientes de cómo nos sentimos. Aprender a gestionar nuestras emociones, a la hora de estar con un caballo, es primordial para llegar a un buen entendimiento con armonía.
¡Hasta la próxima!
Marc Plana