Ya hemos realizado, en Horseway, el primer nivel (10 a 12 de noviembre 2017) y segundo nivel (9 a 11 de febrero 2018) de la formación de Doma Educativa. Han sido 6 días de trabajo intenso donde hemos aprendido un poco más a observar, a transmitir y a conocer nuestro caballo.
A continuación, os voy a explicar el trabajo que realizamos en los dos primeros niveles de Doma Educativa: etología y manejo del caballo.
Empezamos el primer nivel con una conferencia sobre etología, el caballo en estado salvaje. El sábado nos pusimos manos a la obra y lo primero que se hizo fue dar un repaso a los órganos sensoriales y aprender a observar y escuchar.
La conciencia de nuestro cuerpo es vital para poder entrenar caballos y comunicarnos en su lenguaje.
Para ello nos adentramos en el picadero redondo. Trabajamos la comunicación, la coordinación y aprendimos a dosificar las presiones. Pudimos comprobar cómo influye nuestra energía y nuestro cuerpo en el caballo.
Descubrimos que siendo conscientes de nuestro cuerpo y aprendiendo a gestionar nuestra energía, se puede ayudar al caballo a que trabaje de forma más relajada y correcta.
Un punto muy importante es cómo preparar un caballo para el recorte o el herraje. Cómo sabemos, cada seis semanas habrá que recortar el casco y por tanto es muy importante que el caballo aprenda a dejarse manipular perfectamente.
Sin pausa pero sin prisas, dimos paso a cómo conseguir la motivación y atención del caballo buscando su cooperación. Y acabamos el curso realizando los ejercicios con el caballo en libertad en la pista grande.
Durante todo el curso, puse mucho énfasis a que se le diera gran importancia a que el caballo además de divertirse y aprender, trabaje en posición correcta. Para ello tuvimos que poner atención en nuestras manos, ya que las presiones, tensiones y bloqueos constantes, no ayudan.
Las presiones, tensiones y bloqueos constantes, no ayudan
En el segundo nivel, realizado recientemente (mes de febrero), empezamos con una conferencia sobre el caballo doméstico, las causas y sus consecuencias.
Entramos de nuevo en el picadero redondo, donde pudimos conocer los pasos para llegar a las riendas largas. Aprendimos y practicamos diferentes formas de manejarlas y pudimos experimentar que dependiendo de donde nos coloquemos y donde posicionamos las riendas, se busca un ejercicio u otro diferente para el caballo.
Es importante que en el entreno, busquemos la correcta colocación del cuello, nuca y cabeza sin perder la impulsión de los posteriores, ya que es básico para poder muscular correctamente a los caballos.
Por la tarde, seguimos ensayando con los diferentes métodos de trabajar las riendas largas. Cuando empezamos a tener mayor soltura con las manos y las dos riendas, nos fuimos al campo a dar un paseo con ellos. En el campo, el caballo aprende a ir delante y es un gran entreno que deberíamos hacer durante un buen tiempo, antes de montarlo.
Cuando el caballo y nosotros ya sabemos perfectamente ir a riendas largas, es cuando podemos trabajar su flexibilidad y su equilibrio.
Fue un fin de semana intenso. Para finalizar el curso, nos fuimos a la pista grande. Allí, estuvimos practicando cómo buscar la motivación, la atención y la cooperación del caballo en riendas largas, tanto al paso, cómo al trote, incluso hubo quien se animó a probar al galope. Sin perder el objetivo de que el caballo debe hacerlo lo más relajado posible y con un colocación correcta de su cuerpo.
Gracias a todos. Ahora a practicar y nos vemos en abril.
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