La vida social de los caballos en libertad y la doma educativa
Tres de la mañana, un sueño poco profundo por el miedo a quedarme dormido y los nervios, que se van generando por una nueva aventura, es interrumpido cuando el despertador hace su labor.
Pronto llegaría a Ginebra (Suiza), allí me esperaba un curso y era el primero que iba a realizar en este país. Estaba ansioso por poder enseñarles a comunicarse con un caballo y entrenarlo en doma educativa.
Así que mi trabajo principal del viernes por la tarde fue que entendieran la vida social de los caballos en libertad. Que no existe ningún dominante y que no hay una yegua líder constante. Que la jerarquía en estado salvaje no existe y que el semental, la mayoría de las veces solo sigue a sus yeguas, donde van ellas, va él.
Estuvimos viendo y comentando unas fotos que realicé en Sabucedo (Galicia) cuando fui a estudiar los caballos en libertad y como una yegua que acababa de tener un potro le enseñaba a coordinarse alrededor de un árbol, antes de introducir a su potro en la manada.
Cada caballo tiene su propia personalidad y conocerla es fundamental
El sábado y el domingo ya fue todo práctica.
La observación de los caballos tanto en libertad como en su domesticación es imprescindible para conocerlos y así establecer una correcta comunicación con ellos.
Era esencial que comprendieran que un caballo no es igual que otro. Son todos de la misma especie, pero cada caballo es un individuo, con su forma de ser, su carácter, su personalidad, con sus miedos, sus emociones…
En la doma y en la relación que deseamos establecer con los caballos queremos llegar al mismo punto, pero la mayoría de las veces debemos llegar por caminos diferentes, respetando la personalidad de cada uno.
Trabajamos un caballo PRE de nombre Hidalgo, que llegó de Andalucía hacía un año, con bastante miedo a las cuerdas.
Intentaba no demostrar su estrés cuando entrenabas con él. Le ayudamos con trabajos de desensibilización.
Trabajamos con la yegua Palma y su potra con técnicas de doma educativa
Después vimos una yegua de nombre Palma, con su potra de dos meses, una preciosa potra que se llama Dakota.
La yegua es castaña, muy fuerte y con bastante carácter, aunque muy atenta y colaboradora.
Nos fuimos a ramal al campo con su potra. Así pudimos trabajar a su vez, la confianza y la seguridad de la potra acompañando a su madre suelta por el campo.
Fue importante sentir lo que nos estaba diciendo para interactuar con ella y respetar la relación con su potra. El trabajo fue fluido.
El segundo día hicimos otra vuelta, pero esta vez a riendas largas, la potra también nos acompañó.
Con la potra se hizo un poco de desensibilización con una cuerda por el cuello y por su hocico, para facilitar la colocación de la cabezada.
La tensión en los caballos se debe desbloquear antes de hacer ejercicios
Luego llegó la hora de una pony muy sensible y que no permitía errores, la cual además tenía el cuello bastante bloqueado.
Con Bally, hicimos riendas largas incluso por el campo y realizamos ejercicios para desbloquear dichas tensiones.
Por último, con Norma Jean, otra yegua con buen carácter, aunque un tanto nerviosa y muy expectante a todo lo que ocurría a su alrededor, entrenamos su confianza y conseguimos rebajar mucho su nivel de tensión.
Sin transmitirle dominación ni sometimiento, realizamos ejercicios para ayudar a una correcta musculatura, trabajando su equilibrio y en la mejora de su biomecánica.
Un fin de semana intenso y muy satisfecho por el nivel de atención y motivación de los alumnos y por el progreso de los caballos.